Soy Sarita, Sara, Amalur, Sari, Sarini


Ahora sé que soy un ser de luz, pero no siempre ha sido así y, si me conoces, lo sabes bien. Lo que tenemos de luz, lo tenemos de oscuridad.


¿Qué significa eso? Que he tenido que atravesar lo que yo llamo "la niebla" para llegar a estar más en paz que nunca conmigo y con mi entorno.


Perdí las ganas de vivir.

Estaba muerta en vida.


POR ESO ESTOY AQUÍ REALMENTE


Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor del 50% de los trastornos mentales comienzan antes de los 14 años, y el porcentaje aumenta al 75% antes de los 24 años


Cualquier evento externo puede sacudir nuestro mundo cuando estamos en una etapa de desarrollo tan crucial como la adolescencia, especialmente si eres neurodivergente. Yo tuve varios puntos de inflexión. Cambiar del cole al instituto a los 12 me cambió. Con el tiempo he entendido que fue entonces cuando empecé a desarrollar ansiedad social, y a crear una máscara para complacer a los demás, para gustar y ser aceptada. Dejé de ser yo. Al final de mi adolescencia mi ser ya estaba agotado. Yo trataba (sin saberlo) de cumplir las expectativas de todo el mundo y encajar a todos los niveles en un molde en el que no todos encajamos. Empecé a desarrollar, sin saberlo tampoco, depresión.


Mi cuerpo, mi mente y mi alma pedían mi atención a gritos. Se me llegó a paralizar media cara. Mi enfermedad autoinmune alcanzó sus peores estados. Yo me resistía a escuchar(me). Seguía en piloto automático, culpando de mi sufrimiento a todo lo que pasaba fuera, sin entender que yo era parte del problema.  La sensación de soledad y esa voz, "¿Qué estoy haciendo aquí?", empezaron a ser demasiado frecuentes. La cosa se puso seria.


Pasaron 4 años desde mis primeros pensamientos de suicidio hasta que tomé la decisión de ir a terapia. Ahí me di cuenta de muchas cosas. Me diagnosticaron una depresión grave. Aprendí a comunicarme de otra manera y a gestionar mejor mis emociones. La terapia realmente ha marcado un antes y un después en mi vida y siempre la recomendaré y le estaré agradecida a todas mis psicólogas <3


Todo mejoró y yo me planté en mis 24 siguiendo el camino que a mí me dijeron que había que seguir (sin cuestionarme si quiera que yo podía tomar otro rumbo, o si el que estaba tomando me hacía feliz):


- Saber inglés - check

- Carrera universitaria, da igual la que fuera - check

- Pareja estable - check

- Contrato indefinido en empresa de renombre - check

- Casa en Madrid - check


Pero algo seguía fallando por dentro. La depresión se volvió distimia. "¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Qué estoy haciendo con mi tiempo? ¿Si me muero en una semana, seguiría haciendo esto? ¿Estoy viviendo la vida que quiero vivir? "


Encuentro paralelismos entre las crisis que he atravesado estos últimos años con las llamadas crisis de mediana y tercera edad (mayor consciencia del paso del tiempo, reflexiones sobre la identidad, los objetivos por cumplir y nuestro legado al enfrentarnos a la mortalidad). Esas crisis no siguen un patrón científico, pero está claro que existen en un porcentaje significativo de personas. Y hay tendencias, pero no hay una edad específica a la que empiecen a surgir todas esas preguntas dentro de ti.


*


Hacemos lo que sentimos, y sentimos lo que pensamos (consciente o inconscientemente).


Cuando no puedes cambiar tu diálogo interno y es ese ("¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Qué estoy haciendo con mi tiempo? ¿Si me muero en una semana, seguiría haciendo esto? ¿Estoy viviendo la vida que quiero vivir? " ) llega un momento (o a mí me llegó) en el que vivir una vida funcional se vuelve todo un reto.


Yo no sabía cómo salir de ahí. Y entonces, en mi soledad, empecé a conocerme.


Empiezas a ver tu oscuridad, tu sombra. Las partes de ti que niegas, las que reprimes, las que culpas, las que te avergüenzan. En ese momento, en ese viaje de mirar para adentro, te aseguro que sientes que eres lo peor. Me costó mucho abrazarme y perdonarme; por el camino entendí mucho a las personas que me habían hecho sufrir y a perdonarlas a ellas también. Porque todo lo que me hicieron (todo lo que te hicieron) lo hago yo también (lo haces tú también). Y en vez de poner el foco en quejarte de lo que te hacen, lo pones en intentar hacerlo mejor tú.


Me costó tres años de parar mi vida y centrarme 100% en esto (literalmente, mi depresión no me permitía trabajar 8 horas al día o tener una vida social) alcanzar el nivel de AMOR, PAZ y PROPÓSITO que he alcanzado. Me costó tres años recuperar las ganas de vivir, ya para siempre, pase lo que pase.


Lo que hice durante ese tiempo fue conocerme y entenderme. A través de la terapia, a través de horas y horas y horas de leer e investigar sobre psicología, filosofía, mentalidad y espiritualidad. A través de la meditación vipassana, haciendo retiros en silencio. A través del Eneagrama y el Diseño humano y los arquetipos de Carl Jung. A través de entender mi alta sensibilidad y cómo funciona mi sistema nervioso. A través de Hugo, el niño al que cuidaba por las tardes, y aquella puerta inesperada que se abrió para que yo empezara a trabajar con mini seres de luz.  


Conocerme y encontrar mi verdad sigue siendo uno de los pilares de mi vida. Utilizo cada experiencia para aprender de mí y seguir yendo más hondo.

EN EL CAOS CONECTÉ CON MI PROPÓSITO:


usar la introspección, la comunicación y la creatividad para crear un mundo más feliz (por y para las nuevas generaciones)

TE LO CUENTA LA SARITA DE 2020


Desde que la meditación me encontró no puedo evitar compartir mi verdad


Aquí te muestro uno de los primeros vídeos que grabé (y nunca publiqué) contando mi por qué.

Este es el origen de todo este proyecto que hoy ya es una realidad.

Y nació una nueva Sarita Amalur.

Comunicadora y creadora

Soy comunicadora porque la comunicación es parte de mi esencia, además de haberla estudiado y trabajado desde distintos prismas. He estudiado mucho y muchas cosas (Producción audiovisual, Publicidad y relaciones públicas, Diseño gráfico), pero no me considero experta en ninguna. Siento que soy experta en lo que me he manchado, en donde me he metido en el barro hasta las cejas. Donde me he peleado y me he caído mil veces y mi he levantado mil y una. Donde he sabido escuchar, cuestionar, aprender y cambiar lo que ya no era para mí. Y, con los años, esta está resultando ser mi mayor expertise: transformarme, utilizar el dolor y el conflicto como espejo para cambiar yo y dejar de sufrir.

MI EXPERIENCIA Y MI TRAYECTORIA


Es mi viaje personal lo que me permite empatizar, abrazar y acompañar a otras personas


Pasa automáticamente, yo no lo busco. De pronto alguien se abre conmigo y me cuenta cosas que no ha compartido con nadie antes. Mi forma de mostrarme auténtica y vulnerable crea un espacio seguro para que otras personas hagan lo mismo. Y entonces suceden la magia y el cambio.


Empecé a trabajar oficialmente en el mundo de la educación en 2020, colaborando como Profesora de apoyo en Valores Valientes. No fue hasta 2022 que encontré un puesto como Monitora y profe en el programa de inmersión lingüística de la Fundación Eusebio Sacristán, en el que estuve dos años. Aprendí muchísimo en aquel trabajo, siempre estaré agradecida a todo mi equipo. Ha sido el mejor trabajo que he tenido nunca.


Tener la oportunidad de conocer un nuevo grupo de 30-40 chavales cada semana y convivir con ellxs de lunes a viernes... no puedo explicar lo que eso une. Solo lo sabrás si, en tu infancia, te pasabas los veranos de campamento. Yo, siendo ya adulta, pude pasar estos dos años de campamento, enseñándoles a los chavales no solo inglés, sino valores y herramientas que les sirven para la vida. Y sé que he hecho un gran trabajo porque niñxs, padres y profes se siguen poniendo en contacto conmigo a pesar del paso del tiempo.


He tenido otros trabajos, más temporales. Trabajé como profe de inglés en una academia en Italia. Fui Head counselor en Clearwater, un campamento en Estados Unidos para niñas, como el de Tú a Londres y yo a California. Estuve dando clases de inglés y español en una academia online. Por último, fui la monitora al cargo en las inmersiones lingüísticas. Me metí en un avión con 20 chavales y nos fuimos juntos a otros países, a vivir su cultura desde dentro. Como hice yo misma siendo estudiante cuando tenía 16 años, el año que viví en Indiana (USA). Mi camino se lleva a especializarme en adolescentes. El trato con padres y madres ha sido habitual en algunos de estos trabajos, y clave para mejorar el entendimiento entre ellos y sus mini seres de luz. 


Cuando los niños y los padres están felices y cuentan conmigo... sé que que he sembrado una semilla de cambio. Y no puedo describir esa sensación de AMOR con otra palabra que PROPÓSITO.


Estoy aquí para esto.


UN ANTES Y UN DESPUÉS


Desde mi primer retiro de meditación en 2019 he experimentado en mí una transformación personal y una mejora evidente. En mi salud mental, en mi paz interior, en cómo me van afectando menos las cosas que no puedo cambiar. En cómo, cada vez, consigo que esas etapas de "niebla" sean más y más cortas <3


La terapia, meditación y todos los años que llevo de aprender, investigar y experimentar (vivirlo en mi propia experiencia) me han dado herramientas muy potentes para conectarme conmigo y estar alineada con mis valores y mi autenticidad.


Y eso (eso y mis mini seres de luz) me han devuelto las ganas de vivir.


La fase de estar muerto en vida, te recomiendo saltártela si puedes.